Una noche, a finales de verano, vimos varios vídeos de drones en YouTube. Nos hizo pensar que sería genial tener nuestro propio dron. Podría hacer cualquier cosa, desde bombardear Oriente Medio hasta entregar paquetes.
Por no hablar de lo práctico que sería filmar tu propio cuerpo, hermoso y con forma de lágrima, flotando en un baño de burbujas en la fiesta posterior de alguna estación de esquí. ¡Un dron es imprescindible!
Pues bien, pongámonos manos a la obra y busquemos una fábrica adecuada en China. La esperanza era encontrar un dron con suficiente tiempo de vuelo, buena usabilidad, una cámara razonable, o al menos un lugar para montar una cámara y, sobre todo, que siguiera a su dueño como un tiburón en un barco.
Como somos razonablemente gilipollas y nuestros clientes aún más pobres, tampoco debería costar mucho más de cien.
Hay escasez de fabricantes de drones. Por supuesto, cualquiera puede comprobarlo navegando un poco por cualquier tienda online. Revisamos las especificaciones prometidas, miramos fotos y vídeos. Al final, encargamos media docena de los más impresionantes, a fabricantes que tenían bastantes ventas en el extranjero.
Tras un par de semanas de espera, empezaron a llegar los paquetes y comenzaron las febriles pruebas.
Ninguna de nuestras expectativas se cumplió. El vuelo de todos los drones de menos de cien años se parecía más al de un viejo borracho volando sin transpondedor sobre el Mar del Este en la oscuridad. Por no hablar de las mierdas de aplicaciones chinas para móviles que te permiten hacer fotos de mierda con píxeles del tamaño de bloques de Lego. Además, ninguno de ellos venía con misiles aire-tierra opcionales.
Una mierda total.
Ya no tengo ningún deseo de conseguir un dron barato. Son aparatos confusos con mente propia. Por regla general, los drones baratos quieren volar hacia un árbol o una pared. La función de seguimiento del piloto consiste básicamente en que tienes que hacer de ninja cuando el dron se lanza en picado hacia tus ojos.
En la práctica, ninguna de las características anunciadas en los paquetes era ni de lejos cierta. Así que el pobre sigue teniendo que esperar a que la tecnología, y especialmente el software chino de mierda, alcancen al menos una especie de meseta. Así que nada más. Tendré que volver a buscar algo nuevo que vender.
Así que acuérdate de esto cuando compres un dron por menos de cien:
- Son totalmente juguetes, totalmente juguetes de mierda. No vienen con armas, y no te harán volar en hamaca.
- Asegúrate de que tienen al menos algún tipo de brújula y GPS, de lo contrario volarán por donde quieran. Normalmente, incluso los que tienen brújula y GPS volarán sobre todo hacia tu propio ojo.
- Por cien pavos sacas más partido a una cerveza que a un dron. El tiempo de vuelo de un dron barato es de sólo unos minutos, mientras que una pinta de cerveza puede durar fácilmente 15 minutos. Un dron barato se vuelve aburrido en media hora, y cien pavos compran bastantes pintas en una cervecería.
- Los tiempos de carga son patéticamente largos. Después de un vuelo de 5 minutos con la caja de zumo de los niños, el siguiente vuelo tarda más o menos un día.
- Un buen dron cuesta una tonelada, y para empezar no se lo compras a los chinos.
Lo que esperábamos:
Lo que obtuvimos:
